viernes, 14 de junio de 2013

He decidido


He decidido que quiero hacer muchas cosas con el resto de mi vida.

Primeramente quiero ser amigo del destino.
He hecho muchos planes en mi vida y varios no se cumplen porque el destino me tiene deparadas otras cosas, así que decidí que quiero dejarme llevar por su corriente, pero ser yo el que tome las decisiones cuando las haya que tomar. No planes, solo elecciones.

He decidido que quiero hacer de todos los problemas que tengo y voy a tener no un obstáculo o una excusa, sino un motivo más por el cual estar orgulloso cuando haya logrado lo que quiero.

He decidido que no quiero ser un habitante más de mi ciudad, estado o país, quiero ser un habitante del mundo, porque no nací dentro de una caja y hay todo un planeta ofreciéndome infinidad de experiencias.

He decidido que en mi vida quiero de todo, errores, tropiezos, dolor, alegrías, aciertos, confusiones, problemas y victorias. Todo. Lo único que no quiero es el remordimiento de no intentar por lo menos.

He decidido cumplir mis sueños, pero no sin antes decidir cuales son, porque tengo una vida para cambiar de opiniones e ideas y pienso hacer uso del derecho.

miércoles, 12 de junio de 2013

Diario de alguien que espera ¿? (3)


De entre los dos caminos por los cuales la vida me podría llevar, no puedo decir si el mejor era vivir sin ser consciente de que la vida tiene un final y esperar plácidamente a que llegaras o si lo mejor es vivir con este constante recordatorio de que voy avanzando contra reloj a tu encuentro, pero avanzando al fin.

Tampoco es que importe tanto la respuesta, es por eso que no me lo pregunto con frecuencia. El hecho innegable aquí es que lo sé, y avanzo y busco.  Lo que me lleva a la pregunta que en realidad si suele entretenerme de vez en cuando. Yo, moviéndome y descansando lo menos que puedo, ¿aun puedo decir que estoy esperando?

Esto ya no es más una cuestión de tiempo o lugar, ahora se ha vuelto simple y llana fe.

lunes, 6 de mayo de 2013

Emocionante





He cumplido 25 años ya y no quería dejar pasar la oportunidad de escribir una entrada más para el blog acerca de esto.

Varias personas se me han acercado con la expresión “Ya un cuarto de siglo”.
Así es. Personalmente, siempre he tenido el deseo, plan y meta de vivir mínimo 100 años, por lo que si, además de ser un cuarto de siglo, 25 años representan un cuarto de la vida que por lo menos quiero tener.

He pasado por tantas y tantas cosas que me han hecho ser quien soy y, el solo hecho de pensar que me esperan muchas cosas más, tan difíciles, tan diferentes, tan buenas. Es emocionante. La sensación en el estómago que sentimos cuando estamos ansiosos y emocionados no se ha ido aun y no creo que se vaya nunca. Vivir la vida, esperar por lo que viene. Las metas, los sueños, las sorpresas, todo está más cerca ahora.

¡Que emoción!

sábado, 13 de abril de 2013

Diario de alguien que espera (2)


Siempre que caigo en cuenta de que te espero me dan ganas de poder correr más rápido, para poder llegar con prontitud hasta donde estás. Corriendo a ciegas sí, pero con la esperanza de que perdido entre la niebla de la vida y el destino pueda dar contigo.

También me dan ganas de ser una enorme estrella y poder brillar más que ninguna otra de las que hay en el cielo. Así podrías verme entre la oscuridad y acercarte a mí. Tal vez si te miro moverte hacia mí, en contra de la corriente podría saber que eres tú esa persona a la que esperaba.

O también quisiera ser mucho más inteligente, a lo mejor así, de entre todas las personas, quitando las dudas y los miedos de mi mente, podría darme cuenta de que estás cerca, o no. Podría darme una mejor idea del que si o del que no hacer para llegar a donde quiera que pudieses estar.

O más fuerte. Mucho más fuerte y resistente. Así podría avanzar día y noche sin descanso para seguirte el rastro. Porque algo me dice que estás tan delante de mí que en lugar de esperarte yo a ti, tú me esperas a mí.

Pero no, no soy ni demasiado rápido, tampoco soy una brillante estrella en el cielo, tampoco soy demasiado inteligente o fuerte. Pero así te espero, con lo poco o mucho que tengo. Así cuando me canso de correr intento brillar aunque sea un poco, o hago el esfuerzo por usar la cabeza para después avanzar hasta donde mi fuerza me deje.

¿Cuando llegue a ser todo lo que quiero ser estarás esperándome ahí o llegarás después?