domingo, 30 de diciembre de 2012

Mudanza



Pensaba que no escribiría una nueva entrada sino hasta el año que viene, pero resulta que si lo pude hacer.

Para mí este año que comienza trae consigo cambios de muchos tipos. Pero hoy quiero escribir acerca de uno a mi parecer muy importante. Seguro aquellos que se encuentren en una situación similar a la mía entenderán.

Hoy me he mudado. Y obviamente el hecho de que el año nuevo está por comenzar hace que el cambio de casa se sienta un poco más fuerte, más importante.

La casa que he dejado me ha visto crecer. Fueron más o menos quince años de mi vida los que pasé entre esas paredes, entre las personas que por ahí viven. Puedo decir que conozco cada centímetro de esa casa e incluso soy capaz de caminar por ella con la luz apagada, ya que no es muy común que se cambien los muebles de lugar. En esa casa hice de todo. Reí, lloré, me desvelé y gaste horas viendo al vacío. Hice cosas buenas y malas y buenas de las que parecen malas, debo admitir. Esté donde esté puedo regresar a ella, ya que conozco cualquier camino habido y por haber para llegar ahí. Hay manchas y rayones en las paredes huellas de mi niñez e incluso algunas marcas hechas después. Que puedo decir. A pesar de lo malo y gracias a lo bueno, ese es mi hogar. O más bien era.
Ya se han sacado los muebles y solo quedan unas cuantas cosas por sacar y, la nostalgia me invade al ver las paredes vacías, casi preguntándome donde se encuentra ahora el mueble, la cama, la mesa que ahí estaba.

Ahora todo es nuevo y diferente. Ya no se siente la seguridad de lo cotidiano y eso es un poquito inquietante. Una vez que entreguemos las llaves a la propietaria sabré que ya no podré entrar ahí y, cuando algún día tenga que pasar por esa calle, sé que sin duda miraré hacia la fachada y me preguntaré acerca del color actual de sus paredes, de la posición de los muebles que ahora resguarda, de la gente que la habita.

Pero hay que avanzar, somos seres cambiantes. Siempre vienen cosas nuevas y, por más pesimistas que podamos ser, en el fondo sabemos que en algún momento algo bueno llegará. Los recuerdos, las marcas, las manchas, todo va a ser sustituido por cosas nuevas. A mí me resulta muy emocionante el cambio, sin importar lo que venga con él. Lo espero con la mente y los ojos bien abiertos y deseo, que en este año que comienza, la vida les traiga cambios positivos la mayoría de las veces.

Año nuevo, vida nueva.
Y en mi caso también casa.

¡¡Muchas felicidades y a disfrutar!!

jueves, 27 de diciembre de 2012

Mi fin... de año

 
Y el año ya se va a terminar.
Tantas cosas han pasado y otras tantas no. Gente ha llegado y gente se ha ido. Este año, al igual que los últimos tres o cuatro, han sido para mí los más importantes en cuanto a crecimiento personal he vivido. 

El año se va y no me sentiría bien si no agradezco, por lo menos por aquí, a la vida, al destino, tiempo, mundo o a quien corresponda.
Este año me ha traído amigos y también se los ha llevado.
Este año me ha traído amigos de verdad. Esos nunca se irán.
Este año me ha traído viajes de los que nunca se olvidan.
Este año me ha traído decepciones problemas y quebraderos de cabeza; los cuales me han hecho fuerte.
Este año me ha traído triunfos, que me han engrandecido.
Este año me ha traído derrotas, de las que he aprendido mucho.
Este año me ha traído una hija adoptiva, que me ha hecho mejor persona.
Este año me ha traído sabiduría, salud y fortaleza, las que he usado para avanzar en mis metas.
Este año me ha traído oportunidades, de las cuales he intentado aprovechar la mayoría.

En resumen. Este año me ha traído mucho de lo bueno y mucho de lo malo, lo que como resultado me da muchísimo que agradecer. Todo siempre sirve, siempre es por algo y siempre hay una razón.
Viene un año nuevecito y espero que junto con todo lo que trae consigo llegue también inspiración para subir mejores cosas al blog.

Si pasaste por aquí y leíste una, dos o varias de mis entradas. Muchas gracias.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Fantasías


¿Cuánto tiempo ha pasado ya desde la última vez que soñaste?

De niños vivimos de la fantasía. Cualquier objeto cotidiano se puede convertir en una espada, una pistola de repeticiones, un veloz automóvil o una nave espacial. Nuestra imaginación da y da sin reparar. ¿Cuándo cambiamos? ¿Por qué? Se me hace una verdadera pena el hecho de que día a día y a cada minuto, como una flama que se apaga en la oscuridad una inocente mente llena de fantasías se pierda.

Vivimos en una sociedad en la que a los sueños se les da un segundo lugar ante cosas realmente banales. ¿Por qué no nos damos cuenta de que los grandes pasos en la humanidad han sido dados por gente con sueños? Y es que es así, muy poca gente se aventura a perseguir sus sueños sacrificando lo demás, pero las personas que lo hacen y, las personas que los alcanzan viven una vida plena, una vida sin arrepentimiento.

En lo personal, a mí me gusta mucho ir al cine cuando exhiben cintas de aventuras épicas. Los paisajes, la música, el chocar de los metales durante las peleas. Cuando alguien ganaba una lucha por su habilidad y no por la cantidad de dinero que tenía o por el simple hecho de apretar un aburrido gatillo. Cada quien tiene su ideal de aventura perfecta y difiere mucho de mente a mente pero, ¿Por qué? o, más bien ¿Cuándo fue que tener aventuras quedó solo en las películas?
Si ir avanzando y evolucionando es encadenarse día a día a la rutina para conseguir algo de dinero y vivir quejándonos de que nunca es suficiente, entonces creo que en algún lado del camino nos equivocamos.

Soñar es gratis, relajante, divertido. En  definitiva el mundo sería un lugar mucho mejor si la gente en lugar de riqueza y estatus viviera de sueños. Si cada persona llevara a cabo, en mayor o menor escala su propia “aventura épica”. Seríamos tan ricos de alma. Y haríamos un mundo lleno de riquezas a la vez.



MIAM from AKAMA STUDIO on Vimeo.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Kyary Pamyu Pamyu



No pretendo hacer de mi blog uno filosófico, apocalíptico o demasiado profundo, por lo que pondré por aquí cosillas que me gustan mucho, aunque como en este caso, no deberían.

Los gustos culposos son aquellos gustos que como personas no solemos aceptar en público, son aquellos que por la apariencia que tenemos o la actitud que proyectamos son contradictorios. Y este uno de los míos.


¿Conoces a Kyary Pamyu Pamyu?

Es una chica Japonesa de tan solo 19 años. A mí me gusta mucho su música, pero no solo eso. A su corta edad ella ya es propietaria de un canal de TV Nipón, de un canal de Radio y tiene su propia empresa de pestañas postizas.


Comenzó como una blogger de moda, pasó al modelaje y de ahí a la música.  Ahora ya cuenta con 4 singles y lanzará uno nuevo en Enero del próximo año. Ha realizado giras nacionales y al extranjero y está preparando una gira mundial a comenzar en febrero. De verdad deseo que venga a México.

Si leíste mi entrada acerca de la suerte de algunas personas, debo admitir que ella se encuentra entre las más afortunadas que he conocido, no solo es bonita si no que el nacer en Japón le ha ayudado mucho. Y como dije en esa entrada, no solo es la suerte, la personalidad de la chica es de lo mejor, por no decir que se esfuerza en lo que hace, ya que ha llegado a enfermarse por no descansar y se ha presentado a un evento tras sufrir un accidente en el que se rompió la boca, recibiendo tres puntos.
 
Bueno, creo que está de más decir que la admiro mucho y que es uno de mis ejemplos a seguir ¿verdad?



Como la mayoría de las personas que la conoce, yo lo hice por medio de este que fue su primer sencillo. Kyary es genial.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Blanco y Negro



La oportunidad de elegir lo bueno ante lo malo, lo correcto ante lo erróneo o, ¿Por qué no? Viceversa. Cualquiera que sea la manera en la que actuemos, esta tiene valor por el simple hecho de que pudimos haber elegido actuar de una manera diferente.

Cuando escucho a la gente hablar de la promesa de ir al cielo y ser feliz y perfecto o, con el reciente tema de la quinta dimensión; en la cual se promete lo mismo, yo, a diferencia de la gran mayoría del mundo, tiendo a sentirme algo preocupado. ¿Por qué?

Como dije antes, el hecho de elegir hacer lo correcto ante lo incorrecto es lo que le da sentido a nuestras decisiones, lo que le les da valor. No siempre es lo más importante lo que hacemos o lo que logramos, sino lo que sacrificamos para hacer o lograr lo que queremos. Si estamos en un lugar donde siempre se hace lo correcto solo porque esa opción es la que hay entonces ¿Dónde está el valor en ello? Seriamos como robots, programados para hacer algo de manera concreta y sin oportunidad de hacer elección alguna.

¿Ser perfectos? Que aburrido, y es que algo perfecto es algo estático, simplemente es y se acabó. Como seres “imperfectos” tenemos la oportunidad de mejorar, de trabajar por aquello que deseamos y soñamos.

¿Puede existir el bien sin el mal?, yo lo dudo mucho. Nadie puede proteger del dolor a un ser amado sin antes haber sido herido, nadie puede amar a alguien sin antes haber sentido el odio por un falso amor, nadie puede volverse una persona honesta sin antes haberse bebido una buena dosis de mentira.

En concreto, no puede existir el bien sin el mal que haga que el bien sea “bueno”, ni tampoco lo incorrecto sin lo correcto que lo haga “malo”. Los dos lados de la moneda dependen del otro para ser y, a su vez, viven en ellos mismos. Es por eso que, cuando alguien  viene tocando a mi puerta prometiéndome un cielo lleno de bienestar y perfección, espero a que se vaya (con algo de esfuerzo) para comenzar a reírme. Mi punto aquí es sobre lo que nos da nuestra esencia; las elecciones que hacemos y la oportunidad que tenemos para elegir lo que elegimos de entre todas las opciones que tenemos. Eso es lo que nos hacer ser nosotros. Si habitáramos en un lugar donde tuviéramos que ser, solo por ser, entonces… ¿Qué seriamos?

lunes, 10 de diciembre de 2012

Zombie's Tales

 
El día de hoy vengo compartir unos cuantos videos de zombies, en vísperas del fin del mundo. Recordemos que mi fin del mundo perfecto sería en un apocalipsis zombie.
Si bien en la mayoría de los videos de este tipo, son los humanos las estrellas; golpeando, acerrando, explotando y disparando a los muertos vivientes, hay unos cuantos que nos muestras la vida del otro lado, o más bien la no vida.

He aquí el primero.
Imagina que eres un zombie y justo cuando  vas a hincarle el diente a tu presa, esta muere por un paro cardiaco. ¿Qué hacer? Eres un zombie, no puedes comer carne muerta, sería como canibalismo… más o menos… 

No pude encontrar el video sin esos molestos anuncios, solo pasen el cursor por encima de ellos y ciérrenlos con la “x” que aparece.

Los días en el cementerio se pasan muy despacio y no hay nada nuevo. ¿Y si damos un paseo?


 
Ahora, sabemos que los zombies comen humanos y blablablá pero, ¿Qué es lo que desean o como conciben su existencia después de terminar con la raza humana? Aquí una probable teoría.



Ahora el mejor a mi parecer.
Vamos a buscar comida junto con este lindo pingüi-zombie.



Y he dejado este para el final no por ser mejor que el del pingüino, sino porque este aborda una invasión zombie desde un punto de vista que no es el de los humanos ni tampoco el de los muertos vivientes. No solo los zombies son una amenaza en un apocalipsis zombie.



Bueno, yo me he divertido buscando estos videos para el blog, espero que te agraden y te sirvan para hacerte una idea de lo que nos podría esperar.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Sapo Hervido



¿Qué harías si te dijeran “vas a morir en una semana?
La gran mayoría de las personas seguramente intentaría hacer en tan solo siete días, todo aquello que no pudieron o no se esforzaron realmente en hacer en toda su vida. Supongo que es normal sentir esa desesperación por vivir todo aquello que siempre se deseo pero, con el constante peso del tiempo a nuestras espaldas, que irónicamente entre menos es más nos pesa, ¿realmente podríamos disfrutar de todas esas experiencias?

Ahora ¿Qué harías si te dijeran que vas a morir en dos o tres años? ¿Sería lo mismo?
Dos o tres años, comparados con una semana es un tiempo considerable. Suficiente como para poder intentar y fallar en la búsqueda de lo que queremos, incluso para tomar un descanso y seguir otro día. Imagino que una persona en esa situación se compadecería unos meses, después desquitaría su ira de alguna manera, posiblemente contra las personas que la llegaron a dañar, y de ahí, en los últimos meses de su vida intentaría pedir perdón y se arrepentiría de las cosas que hizo mal.
Hay una teoría que siempre me ha parecido muy curiosa, se trata del sapo hervido.
La teoría dice que si tienes una olla con agua hirviendo y sueltas un sapo dentro de ella, el sapo saltará y hará lo posible por salir de ahí pero, si tienes una olla con agua fría y metes en ella al sapo, para después comenzar a calentar el agua poco a poco, el animal se quedará ahí hasta terminar hervido.

Las personas, por lo menos a mi parecer, somos como esos sapos, que a menos que tengamos los problemas encima no intentaremos resolverlos. Se trata de un rasgo humano muy peculiar y triste. Si alguien nos hubiera dicho que, por ejemplo, el mundo se terminaría el 21 de diciembre, siendo un 15 de diciembre, seguramente las masas en todo el mundo cantarían el himno a la alegría, pedirían perdón y demás a esperas de llegar a los últimos momentos en un estado más puro, pero la cosa no es así. Se nos ha avisado con años de anticipación y ¿Qué ha hecho la humanidad? No ha detenido las guerras, ni tampoco ha comenzado a proteger más el agua, ni se ha vuelto más honesta o más respetuosa o más tolerante…
Hay personas en el mundo que se han fabricado un bunker o refugios especiales para proteger a quienes quieren, pero ¿y si no pasa nada en diciembre?
Si ese fuera el caso la gente se quedaría con lo que tiene, lo bueno y por supuesto lo malo, todos los problemas. El agua indudablemente se va a terminar y las guerras inminentemente se desatarán. “Pero falta mucho” o por lo menos eso queremos pensar.

Vamos a terminar hervidos como sapos…