lunes, 16 de septiembre de 2013

Shock!!


Había estado normal durante un buen tiempo. Ni bien ni mal, simplemente estado.
Pero hoy fue diferente. Te imaginé llorando, sentí como todo en mi estómago se comprimía y como mi garganta se cerraba, una vez más la burbuja se rompió.

Supongo que ya hacía falta recordar que vale la pena el tiempo y la distancia que veo pasar todos los días frente a mí.
Ya me hacía falta recordar que en algún lado lloras para que te encuentre fuerte, ríes para que te encuentre alegre y piensas para que te encuentre sabia.
 
Necesitaba un shock de inspiración para lograr salir de la monotonía.

miércoles, 10 de julio de 2013

Girasol


Soy pésimo para escribir cuentos e historias, de modo que intentaré que lo siguiente no suene como tal.
 
Hace ya mucho tiempo, pensaba que lo que yo deseaba era ver un girasol. Esperé, aprendí sobre ellos y el lugar donde crecían y llegado el momento que me pareció adecuado, me dispuse a viajar en busca de ellos. ¿Por qué un girasol? Por qué en donde vivo no los hay. Simplemente por eso. Para saber en mí corazón que los girasoles realmente existen. No por medio de libros, historias y demás.

Al cabo de algunos años, de mucho esfuerzo y de muchas lecciones acompañadas de su porción obligatoria de dolor, llegué a donde suponía quería llegar.
Ante mí se abría un enorme campo de girasoles. Podía elegir el que quisiera para tenerlo sobre mi mesa en un florero. Todo era perfecto y hermoso. O por lo menos así se suponía que debería haber pensado. Pero no fue así.

No pasó demasiado tiempo para que me marchara decepcionado del lugar. Ya no sabía si lo que hacía era buscar o vagar simplemente por instinto. Hasta que pasó. Finalmente y sin suposiciones encontré lo que en realidad llenaba mi corazón.
 Me encontraba en una zona árida, en la que difícilmente un manojo de hierbas crecía, pero ahí estaba, un girasol, uno solo, existiendo en un lugar en el que no debería y siendo hermoso, mirando hacia el sol, girando lentamente sin importar cualquier “no debería” que pudiera ocurrírseme. Y así me quedé a vivir junto al girasol.

martes, 18 de junio de 2013

viernes, 14 de junio de 2013

He decidido


He decidido que quiero hacer muchas cosas con el resto de mi vida.

Primeramente quiero ser amigo del destino.
He hecho muchos planes en mi vida y varios no se cumplen porque el destino me tiene deparadas otras cosas, así que decidí que quiero dejarme llevar por su corriente, pero ser yo el que tome las decisiones cuando las haya que tomar. No planes, solo elecciones.

He decidido que quiero hacer de todos los problemas que tengo y voy a tener no un obstáculo o una excusa, sino un motivo más por el cual estar orgulloso cuando haya logrado lo que quiero.

He decidido que no quiero ser un habitante más de mi ciudad, estado o país, quiero ser un habitante del mundo, porque no nací dentro de una caja y hay todo un planeta ofreciéndome infinidad de experiencias.

He decidido que en mi vida quiero de todo, errores, tropiezos, dolor, alegrías, aciertos, confusiones, problemas y victorias. Todo. Lo único que no quiero es el remordimiento de no intentar por lo menos.

He decidido cumplir mis sueños, pero no sin antes decidir cuales son, porque tengo una vida para cambiar de opiniones e ideas y pienso hacer uso del derecho.

miércoles, 12 de junio de 2013

Diario de alguien que espera ¿? (3)


De entre los dos caminos por los cuales la vida me podría llevar, no puedo decir si el mejor era vivir sin ser consciente de que la vida tiene un final y esperar plácidamente a que llegaras o si lo mejor es vivir con este constante recordatorio de que voy avanzando contra reloj a tu encuentro, pero avanzando al fin.

Tampoco es que importe tanto la respuesta, es por eso que no me lo pregunto con frecuencia. El hecho innegable aquí es que lo sé, y avanzo y busco.  Lo que me lleva a la pregunta que en realidad si suele entretenerme de vez en cuando. Yo, moviéndome y descansando lo menos que puedo, ¿aun puedo decir que estoy esperando?

Esto ya no es más una cuestión de tiempo o lugar, ahora se ha vuelto simple y llana fe.

lunes, 6 de mayo de 2013

Emocionante





He cumplido 25 años ya y no quería dejar pasar la oportunidad de escribir una entrada más para el blog acerca de esto.

Varias personas se me han acercado con la expresión “Ya un cuarto de siglo”.
Así es. Personalmente, siempre he tenido el deseo, plan y meta de vivir mínimo 100 años, por lo que si, además de ser un cuarto de siglo, 25 años representan un cuarto de la vida que por lo menos quiero tener.

He pasado por tantas y tantas cosas que me han hecho ser quien soy y, el solo hecho de pensar que me esperan muchas cosas más, tan difíciles, tan diferentes, tan buenas. Es emocionante. La sensación en el estómago que sentimos cuando estamos ansiosos y emocionados no se ha ido aun y no creo que se vaya nunca. Vivir la vida, esperar por lo que viene. Las metas, los sueños, las sorpresas, todo está más cerca ahora.

¡Que emoción!

sábado, 13 de abril de 2013

Diario de alguien que espera (2)


Siempre que caigo en cuenta de que te espero me dan ganas de poder correr más rápido, para poder llegar con prontitud hasta donde estás. Corriendo a ciegas sí, pero con la esperanza de que perdido entre la niebla de la vida y el destino pueda dar contigo.

También me dan ganas de ser una enorme estrella y poder brillar más que ninguna otra de las que hay en el cielo. Así podrías verme entre la oscuridad y acercarte a mí. Tal vez si te miro moverte hacia mí, en contra de la corriente podría saber que eres tú esa persona a la que esperaba.

O también quisiera ser mucho más inteligente, a lo mejor así, de entre todas las personas, quitando las dudas y los miedos de mi mente, podría darme cuenta de que estás cerca, o no. Podría darme una mejor idea del que si o del que no hacer para llegar a donde quiera que pudieses estar.

O más fuerte. Mucho más fuerte y resistente. Así podría avanzar día y noche sin descanso para seguirte el rastro. Porque algo me dice que estás tan delante de mí que en lugar de esperarte yo a ti, tú me esperas a mí.

Pero no, no soy ni demasiado rápido, tampoco soy una brillante estrella en el cielo, tampoco soy demasiado inteligente o fuerte. Pero así te espero, con lo poco o mucho que tengo. Así cuando me canso de correr intento brillar aunque sea un poco, o hago el esfuerzo por usar la cabeza para después avanzar hasta donde mi fuerza me deje.

¿Cuando llegue a ser todo lo que quiero ser estarás esperándome ahí o llegarás después?

miércoles, 27 de marzo de 2013

Navegando




Hacía tiempo que no me pasaba por aquí.
 
Estoy de viaje, uno de esos viajes que surgen durante el año y que se esperan durante mucho tiempo.
Estoy en una ciudad que para mí fue tan conocida y de la que pensaba no dejar en mucho tiempo, pero la vida siempre tiene sus planes y ahora me toca solamente pasar por aquí de visita.

Me gusta aprender o tomar de una manera filosófica algunas cosas que hago o veo durante mis viajes, y esta vez no será la excepción, ya que me ha tocado pasar un trago amargo y de lo malo siempre se aprende más.
Me encantan los viajes, me encanta pasarlo bien con mis amigos y, aunque no me gusta pasar por malos momentos, me gusta conocerme y reinventarme, por lo que vale la pena.

Viajo para encontrar a la gente que aun no conozco, viajo para poder ser mejor para todos aquellos que están a mi lado, pero sobre todo, viajo para reinventarme a mi mismo paso a paso. Es así como me gusta vivir. Navegando.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Diario de alguien que espera (1)



Todos a mí alrededor tienen a alguien, o si no lo tienen, conocen a quien quieren tener. No están solos, pero mi caso es diferente. Yo no te conozco, pero te tengo conmigo, siempre y a cada momento.

Te espero desde hace mucho pero tú pareces tomarte tu tiempo porque no lo sabes, no sabes que aguardo por ti.
No sé ni la forma ni el color de tus ojos, pero siento tu mirada cada vez que la vida me reta a avanzar, por lo que no solo avanzo más, si no que lo hago con la esperanza de que no pierdas detalle mientras lo hago.
Tampoco conozco la textura ni el sabor de tu boca, sin embargo me he pasado tantas horas soñándola que podría asegurarte que sí, sí conozco la textura y el sabor de tus labios.
He imaginado tantas maneras de hacer que me muestres tu pícara sonrisa que  posiblemente tendrás que acostumbrarte a no dormir nunca más si quieres darme el tiempo para usarlas todas.
He intentado imaginar cómo podría ser el estar contigo, pero mientras más lo hago, más me doy cuenta  de que es una pérdida de tiempo, porque seguro harás que para mí, todo sea nuevo.
 

Y es así que, en el inútil intento de prepararme para tu llegada, más vulnerable me siento. Lo único que llevaré conmigo para ese entonces, será la intención de recompensar con todo lo que puedo ser, todo el tiempo que pudimos esperarnos el uno al otro.