¿Quién no se ha puesto a pensar en el amor? En lo que
representa en la vida de las demás personas y en la propia. Todos creo yo. Nuestra
idea de lo que el amor es, se transforma y metamorfosea suavemente y a veces en
violentos arrebatos que nos hacen
cambiar junto con ella. He aquí lo que para mí es y no es el amor, dado que hoy
me siento lo suficientemente inspirado.
El amor NO es como lo pintan.
En canciones y en las porquerías que sueltan en la tele se
habla siempre del amor para siempre, el amor eterno, las almas gemelas, las
medias naranjas, amores a primera vista, amores perfectos y “vivieron felices
por siempre”. Yo no creo en eso y, quiero hacer hincapié en el YO. Y es que no
es porque sea un grinch del amor, si no que no he tenido el gusto de ser, ni de
conocer a nadie con una historia similar a cualquiera de las antes mencionadas.
Si es que existe, seguramente lo hace muy lejos de mí.
En cuanto a esto, quiero agregar una cita que me ha gustado
mucho.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que
la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron
que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas
la responsabilidad de completar lo que nos falta.
El amor SI es multicolor.
Una muy buena amiga me dijo hace tiempo estas palabras y se
quedaron grabadas en mi mente. “el amor no es solo color de rosa” y es que es
verdad. Uno al oír amor piensa en los corazones rondando alrededor de la cabeza
de los enamorados, pero yo no creo en eso. El amor es un “sentimiento” fuerte y
poderoso y eso nos consta a todos, pero nada se puede hacer fuerte sin afrontar
problemas, pruebas y obstáculos. El amor consiste en y lleva consigo problemas
de cualquier índole que se pueda imaginar. El amor definitivamente tiene muchos
colores y matices. Claro que es rosa, pero puede ser negro, verde y amarillo. Multicolor.
El amor NO es selectivo.
Si algo he aprendido, es que el amor no elige nada, no tiene
preferencias y es brutalmente caótico. No respeta credos, razas, lugares,
distancias, tiempos, edades, sexos, eras, idiomas y una oscura lista de etcéteras
que no pienso mencionar. El amor no tiene preferencias y no le importa hacer
sufrir a alguien con algo que posiblemente no logre alcanzar, no le importa
provocar muerte, ni guerra y recompensa a quien lo alcanza sin importar nada.
El amor SI es una habilidad.
Recuerdo haber escuchado esta frase en una película, pero no
recuerdo cual. “El amor es una habilidad”. Tiene mucho sentido ¿no? Todos tenemos
habilidades que muchas otras personas también y, a la vez, muchas otras
personas no tienen. Lo mismo pasa a mi parecer con el amor. Hay personas
capaces e incapaces de amar o, en su defecto, amar como y/o a quien ellos
desean. Las habilidades podemos usarlas para el bien o el mal a nuestro
parecer, lo mismo con el amor.
El amor NO es natural.
Déjenme explicarme aquí. Me refiero a que en el mundo animal
no existe una idea o concepto tan complejo como lo es el amor. El amor marca
reglas que si bien en la actualidad ya no sentimos por estar acostumbrados y
adoctrinados por muchos factores, definitivamente se encuentra ahí. El amor es
una idea que la humanidad ha creado a lo largo de los siglos y, que llega a
diferir de país en país o de religión en religión. El amor no es algo natural
porque amar no es algo que sepamos hacer desde nuestro nacimiento, sino que a
lo largo de nuestra vida vamos ejercitando nuestra capacidad para amar, cometiendo
dolorosos fallos hasta lograr nuestro concepto personalizado de amor y
felicidad.
El amor SI es música.
Esta es mi más humilde opinión y es como yo encuentro el
amor. Para mí el amor es como una canción que difiere en cada persona. Todos tenemos
una canción favorita, que para alguien más es una canción cualquiera, o que
incluso a alguien llega a disgustarle. Todos tenemos una canción favorita con
partes que nos gustan más que otras, todos tenemos una canción que escuchamos y
hace correr por nuestro cuerpo esa intensa chispa que no corre en el cuerpo de
otra persona al escucharla. Cada quien vive su canción favorita con una
intensidad que piensa nadie más siente en el mundo, como toda canción y aunque
no nos guste aceptarlo, hay un principio y un final pero no importa, nadie deja
de escuchar su canción favorita por miedo a que se termine, al contrario, la
escucha a sabiendas. Si tuviera que decir lo que el amor es para mí, diría que
es una canción, diría que es música.
Esto es lo que por lo menos por el momento es el
amor para mí. Gracias por pasar.